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Siempre que visitamos un establo por algún tema relacionado a la calidad de leche (y sobre todo cuando es por mastitis) damos una rápida inspección al estado de los animales (aspecto general) y en la mayoría de las ocasiones es necesario contar con el apoyo de algún trabajador del establo y de su buena memoria para identificar a los animales, ya que carecen de algún elemento o marca que permita la fácil identificación del animal.
Obviamente, cuando el trabajador principal no se encuentra en el fundo la tarea de reconocer a los animales y saber un poco más acerca de ellos se convierte en toda una odisea.
La correcta identificación del ganado es el punto de partida de un buen manejo de los animales y como tal debe empezar en los primeros días de vida del ternero. Esto nos permite llevar adecuadamente los registros de crecimiento, producción, alimentación, sanidad, reproducción y genealógicos de nuestro hato, facilitándonos la toma de decisiones a estos niveles.
Los sistemas de identificación para las vacas son muy variados y los hay desde marcas o muescas en las orejas, marcas con calor, tatuajes, marcas en frío, cadenas con placas y la colocación de aretes hasta dispositivos electrónicos de aplicación subcutánea. Sin embargo, el método más popular y difundido es el uso de aretes de plástico flexible.
Los aretes vienen en diferentes modelos, tamaños y colores, siendo el más recomendado el de color amarillo (y tamaño large) el cual al ser marcado con tinta negra hace una excelente combinación para una mejor visibilidad. La información colocada en el arete nos debe permitir diferenciar un animal de otro, ya sea por el nombre o código asignado y obtener alguna información adicional (si el tamaño lo permite) sobre el padre, la madre o la fecha de nacimiento.
En la actualidad, algunos aretes vienen recubiertos con una solución de antibióticos que permiten controlar cualquier infección que se produzca en el punto de aplicación y que pueda ser causa del desprendimiento de este de la oreja. Asimismo, por medidas sanitarias, algunos vienen impregnados con insecticidas y a su vez vienen protegidos (punta recubierta) evitando que la punta del aplicador de aretes entre en contacto con el animal, lo que puede ser una vía de contagio de enfermedades entre los animales del hato.
La aplicación de un arete es un procedimiento muy fácil y sencillo, debemos tener en cuenta la aplicación en el centro de la oreja (entre la segunda y tercera arista) lo que asegura una buena fijación y permanencia. Es recomendable aplicar soluciones antiparasitarias para prevenir la gusanera y facilitar la cicatrización en el punto de perforación.
Además, es importante el uso de plumones marcadores especialmente diseñados para el pintado de aretes ya que contienen tinta que tiene una buena resistencia a los efectos del medio ambiente, evitando el despintado de los mismos.
Con una baja inversión, usted podrá tener sus animales correctamente identificados y será el punto de partida para llevar adecuadamente los registros, asignando y reportando correctamente los eventos de la vida productiva de sus animales lo cual es una herramienta muy valiosa en los planes de manejo y decisión de su hato.
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