INTRODUCCIÓN
La identificación del ganado es esencial en la ganadería
moderna y refuerza todo manejo exitoso. Se han
desarrollado varios tipos y métodos de identificación
para su aplicación bajo diferentes circunstancias.
Al principio, el herrado (marca con hierro candente)
fue utilizado para asociar a los animales con sus propietarios.
Muchas tribus pastoriles desarrollaron sofisticados
sistemas para la identificación basados en el
color de la piel y los patrones de color.
La necesidad de identificar a los animales a fin de
rastrear su senda a través de la cadena de producción
y finalmente en los productos – conocido como
rastreabilidad – se ha vuelto central en muchos sistemas
recientes de identificación.
LA LÓGICA DE LA IDENTIFICACIÓN
Hay dos razones principales para poner marcas o dispositivos
de identificación en los animales: la prueba
de propiedad y el manejo / rastreabilidad.
Establecer prueba de propiedad
Desde el principio, la gente ha buscado maneras
para identificar el ganado a fin de poner su marca de
propiedad en él. El ganado recuperado después de
un robo podía ser regresado a su propietario, y la persona
responsable del delito podía ser enjuiciada.
Herrado por calor
El herrado de animales con hierros calientes ha sido usado por 4,000 años. Si bien pone una
marca permanente en el animal, el herrado tiene varias
desventajas:
• La limitación de tamaño hace que el número de
símbolos que pueden ponerse en la piel del animal
sea limitado y la identificación individual no
pueda realizarse.
• El herrado daña y devalúa el cuero del animal –
entre más grande la marca, mayor el daño y la
pérdida financiera.
• Un herrado deficiente o el uso de símbolos ambiguos
afecta negativamente la legibilidad de la
marca. El uso de series de símbolos codificados
usados en la práctica moderna hace la legibilidad
difícil.
• El “Borrado” de marcas – técnica usada para sobreherrado
por cuatreros – vuelve las marcas ilegibles.
• El crecimiento normal de los animales deforma las
marcas aplicadas durante la juventud, de manera
que cuando el animal alcanza edad adulta, la marca
es ilegible.
• El crecimiento del pelo, especialmente durante el
invierno, puede hacer que las marcas sean casi
invisibles.
• Diferentes propietarios pueden – intencionalmente
o no – usar marcas iguales o similares para causar
confusión.
• La posición de la marca en el animal – usualmente
colocado en las partes más bajas de las patas
para minimizar el daño al cuero – también dificulta
la lectura, especialmente cuando los animales
están parados en los corrales, y la estructura del
corral entorpece la visión.
• El hecho de que el herrado es decidido por el propietario
del animal significa que las marcas, aún
dentro del mismo hato, varían grandemente en
apariencia y legibilidad. Las marcas pueden copiarse
ilegalmente y ser usadas por otros. La falta
de control centralizado sobre el uso y la aplicación
de las marcas es la base de muchos de los problemas
que se sufren con su uso.
• Cuestionamientos sobre el bienestar han surgido
con respecto a estas marcas. El hecho que el herrado
causa dolor y angustia, no puede ser ignorado.
A pesar de las obvias desventajas del herrado, la técnica
es aún barata y por esta razón todavía es usada
para hacer la identificación del propietario, especialmente
en países en vías de desarrollo. Si los hierros
tienen algún uso, es para identificar al dueño del animal.
No pueden usarse para propósitos de manejo
moderno y rastreabilidad. Donde no haya actualmente
otra alternativa factible al herrado para identificar la
propiedad del animal, los estándares señalados en el
Cuadro 3.1 deben seguirse rigurosamente.
Herrado en frío
El herrado en frío, usando nitrógeno líquido para enfriar
el hierro a muy bajas temperaturas con el fin de
marcar al animal, tiene las mismas desventajas que el
herrado con calor – excepto que se presume que es
menos doloroso. Es también caro y difícil de aplicar, y
está fuera del alcance del pequeño productor.
Tatuaje
El uso de tatuajes tiene como filosofía básica la identificación
de la propiedad del animal, como en el caso
de herrado. No existe un control central sobre la aplicación
de tatuajes, la cantidad de símbolos que pueden
ser usados no permite la identificación individual
y – lo más importante – su lectura es un gran problema.
A los animales normalmente se les tatúa dentro
de las orejas lo cual significa que el animal tiene que
ser capturado y examinado, primero para ver si no ha
sido marcado, y segundo para descifrar los símbolos
que se usaron en el tatuaje. Estas dificultades hacen
el tatuaje útil sólo para la confirmación de propiedad.
Otra desventaja surge al identificar dueños sucesivos
– mientras que el herrado puede hacerse en varias
partes del cuerpo por dueños sucesivos, sólo hay dos
orejas disponibles para tatuar.
Manejo y rastreabilidad
La necesidad de identificar el ganado ha evolucionado.
En muchos casos, el confirmar propiedad no es la
necesidad central. Los animales en sí mismos tienen
que identificarse para registrar su progreso en términos
de ganancia de peso, fertilidad, susceptibilidad
a enfermedades, etc. y por lo tanto facilitar los cruzamientos,
selección y manejo. Identificar los animales
es también necesario cuando se hacen procedimientos
de diagnóstico (por ejemplo pruebas de brucelosis)
de manera que los animales positivos puedan ser
desechados.
Más recientemente, ha surgido la necesidad de
identificar los animales con propósitos de rastreabilidad.
Cuando se detecta un problema en un animal
a lo largo de la cadena de producción, o en la carne
derivada de ese animal (por ejemplo la detección en
tejidos de residuos potencialmente dañinos como los
de la enfermedad encefalopatía espongiforme bovina
[BSE]), es necesario rastrear hacia atrás en la cadena
de producción para establecer cuándo y cómo
ocurrió el problema. Se pueden dar los pasos para
corregir el problema, y garantizar a los consumidores
que el control de calidad en la cadena de producción
existe. Han sido desarrolladas varias técnicas
para colocar marcas sobre o dentro del animal para
la identificación del mismo que cumplen con estas
necesidades de manejo.
Aretes visuales
El identificar animales – usualmente con aretes plásticos
en las orejas – se ha usado por décadas. Muchos productores han usado aretes escritos a mano como
herramienta de manejo. La duración de estos aretes
se ha cuestionado, especialmente si los aretes se
caen, se borran o se hacen ilegibles.
En la producción de aretes se han hecho grandes
progresos y actualmente se encuentran disponibles
aretes dobles a prueba de adulteración que son impresos
con tecnología láser, los cuales tienen alta tasa
de retención y permanecen legibles por muchos años. Los aretes se colocan fácilmente por
medio de un aplicador.
Estos aretes pueden imprimirse con códigos alfanuméricos
de varios caracteres para identificar de
manera efectiva y única a cada animal individual, y
además son claros y legibles desde una distancia de
alrededor de 2 m.
Los aretes pueden durar toda la vida de un animal
para sacrificio y se pueden usar para registrar su progreso
en todos los pasos de la cadena de producción.
Dentro de sus propios sistemas de manejo, los
productores pueden establecer fácilmente bases de
datos con esta identificación para monitorear su progreso
en términos de ganancia de peso y conversión
alimenticia.
Se han desarrollado aretes en varias formas y tamaños
para diferentes especies animales, están de
moda los aretes grandes de plástico para bovinos y
búfalos y los aretes pequeños – plásticos o metálicos
– más apropiados para ovinos y caprinos.
En estos aretes pueden usarse códigos alfanuméricos,
los que fácilmente son almacenados en bases de
datos computarizadas. La principal desventaja aquí
es que el registro de la identidad animal a través de la
cadena de producción se debe hacer manualmente y
puede estar sujeta a errores de transcripción.
La aparición de los códigos de barras ha traído un
avance adicional en el desarrollo de aretes. Los aretes
con código de barras tienen todas las ventajas
que los aretes visuales en términos de retención y
legibilidad – excepto que la lectura y el registro se
hacen electrónicamente con el uso de un lector o escáner
de códigos. Así se elimina el error humano. Sin
embargo, hay un problema – la presencia de suciedad
en el código de barras lo hace ilegible, lo que
significa que el arete debe ser físicamente limpiado
antes de la lectura.
Otra desventaja obvia es la necesidad de infraestructura
electrónica – un sistema de computadoras ligadas
a escáner– para que el uso de códigos de barras
a gran escala sea efectivo. El desembolso financiero
asociado con los códigos de barra limita su uso a
aquellos países donde se pueda establecer y mantener
esta estructura. El código de barras se combina
usualmente con la lectura visual.
El desarrollo más reciente en identificación – el uso
de dispositivos de identificación de radio frecuencia
(RFIDs o microradiofaros) – ha avanzado el uso de
tecnología en identificación animal aún más que con
los códigos de barras. Los radiofaros están disponibles
en varios tipos con diferentes capacidades en
términos de programación (los chips más sofisticados
pueden usarse para registrar información sobre el animal
que lo porta) y en términos de la distancia de lectura.
Los chips más baratos pueden ser usados para
etiquetado en supermercados y leídos por un escáner
a la distancia de sólo unos centímetros, mientras que
hay versiones más poderosas que se pueden leer
electrónicamente desde varios metros. Los microradiofaros
tienen las mismas desventajas que los códigos
de barras. Se necesita una cara infraestructura
electrónica para trabajarlos, y los radiofaros en sí son
muy caros. Un arete con radiofaro puede costar dos o
tres veces más que un simple arete visual. Los RFIDs
pueden romperse y volverse inservibles, aunque esto
sucede en un bajo porcentaje de los casos. En un
análisis final, los radiofaros representan el mayor
avance hasta ahora en la facilidad de identificación
del ganado.
La implantación subcutánea de microradiofaros se
realiza con un dispositivo similar a una jeringa hipodérmica
grande, y puede ser realizada por muchos
productores. Estos implantes se colocan usualmente
bajo la piel de la oreja.
Aparte de los costos y otras desventajas aplicables a
los aretes con microradiofaros, estos migran bajo la
piel, lo cual hace que en muchos casos tengan que
ser “buscados”.
Aparentemente el animal no muestra evidencias de
llevar un radiofaro. Lo cual puede ser muy útil para
atrapar ladrones, pero significa que cada persona
que quiera identificar al animal debe traer un escáner
electrónico. Sin embargo, el uso de radiofaros subcutáneos
hace posible identificar animales invisible y
permanentemente de una manera más confiable que
con herrado o tatuaje.
Bolos RFID
Los microradiofaros también pueden colocarse dentro
de bolos de cerámica que pueden dosificarse a
rumiantes jóvenes y quedar permanentemente en el
retículo. Aunque esto identifica permanente e invisiblemente
al animal, su dosificación puede ser difícil y
estar fuera del alcance de muchos productores. Los
bolos son notoriamente caros.
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